Actualmente, hay varios estudios que han evaluado el estrés durante el embarazo y sus consecuencias. ¿Afecta a todas las mujeres por igual? ¿Podemos saber en qué etapa la mujer y el niño son más vulnerables a estos efectos?
La mayoría de las investigaciones que estudian los efectos del estrés durante el embarazo coinciden en que cuando el estrés se acumula y alcanza niveles altos, puede tener efectos dañinos en el futuro de nuestro bebé. Pero para hacer una evaluación del nivel de estrés, es necesario estudiar cómo de estresante percibe la madre esta situación, en lugar de la intensidad del evento.
Algunos de los efectos que se han asociado con altos niveles de estrés durante el embarazo son los siguientes:
Complicaciones obstétricas, parto prematuro y bajo peso al nacer: este factor podría explicarse por los efectos negativos de las hormonas liberadas durante el estrés, aunque los mecanismos involucrados no son del todo comprensibles.
Aborto espontáneo: algunos estudios han demostrado una asociación entre la muerte de un ser querido durante las primeras semanas de embarazo, por ejemplo, y un mayor riesgo de aborto espontáneo.
Problemas en el desarrollo intelectual: se ha observado que, en ciertas ocasiones, altas dosis de estrés durante el embarazo pueden conducir a problemas en el desarrollo intelectual y cognitivo. Pero, ¿cómo podemos llegar a saber esto? En 2004, un estudio publicado evaluó el desarrollo intelectual y del lenguaje de 89 niños de 5 a 12 años cuyas madres habían estado embarazadas durante una tormenta de nieve en Quebec que dejó a miles de personas sin suministro de energía durante seis meses. El estudio explicó que el desarrollo del lenguaje y el coeficiente de inteligencia verbal tendían a ser más bajos en los hijos de estas mujeres.
Problemas emocionales y de comportamiento en el bebé: algunos estudios han encontrado una ligera asociación entre el estrés materno y las dificultades de atención e hiperactividad en su hijo. Los autores de un estudio descubrieron que los hijos de aquellas madres que habían reportado más ansiedad durante el embarazo presentaban más dificultades emocionales y de atención.
A pesar de tener esos datos, es un factor que aún necesita ser investigado para estudiar las consecuencias del estrés durante el embarazo y del que, sin duda alguna, seguiremos pendientes.